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 EN ESPAÑA 

ARQUITECTURA ROMÁNICA

La construcción de los edificios románicos en España.

 

En lo concerniente a España, los edificios románicos religiosos no alcanzaron nunca la monumentalidad de las construcciones francesas, o de las construcciones que más tarde levantaría el arte gótico. Los primeros edificios tenían gruesos muros y pequeños vanos por los que entraba del exterior una tenue luz. Después hubo una evolución en la construcción de los muros que permitió aligerarlos y abrir ventanas más grandes.

Los edificios monásticos fueron los más numerosos compartiendo importancia con las catedrales. En las ciudades surgieron iglesias y parroquias y en las localidades pequeñas se fueron levantando un sinfín de pequeñas iglesias conocidas como románico rural.

 

Los materiales.

 

El material más preciado pero también el más caro fue la piedra. Los canteros se ocupaban de tallarla con el escoplo y siempre detectando la cara buena del bloque; así la convertían en sillares que se disponían generalmente en hiladas horizontales y otras veces, de canto. Casi siempre se utilizaban rocas duras. También se utilizaba la mampostería, con piedra labrada en las esquinas, ventanas y puertas. Si la piedra era difícil de conseguir, porque el lugar geográfico correspondiente carecía de canteras, o porque resultaba muy cara en determinados momentos, se utilizaba el ladrillo cocido, la pizarra o cualquier tipo de sillarejo. El acabado final era de pintura y revoco, tanto para la piedra como para el mampuesto y los demás materiales, de tal forma que, una vez pintados los paramentos, no se podía distinguir si debajo había uno u otro material. El colorido en la arquitectura románica fue generalizado, lo mismo que lo había sido en los edificios romanos.

 

Los cimientos.

 

Teniendo en cuenta el tipo de edificio que se iba a construir, los materiales que se iban a emplear y el terreno que lo soportaría, los constructores medievales hacían todo un estudio previo para la cimentación. Primeramente se excavaban las zanjas a gran profundidad y se rellenaban de piedras y escombro. Las zanjas se distribuían en virtud de los muros que irían sobre ellas y se hacían otras en sentido transversal para unir entre sí las crujías y reforzar los pilares de los arcos transversales. Los cimientos constituían toda una red que prácticamente dibujaba la planta del templo, diferenciándose así de la cimentación aislada para soporte de pilares utilizada en el estilo gótico. En algunas iglesias destruidas no queda más que esta cimentación proporcionando a los arqueólogos un buen material de estudio. Con estos restos de cimientos a la luz se puede conocer aproximadamente el espesor de los muros, aunque se sabe que en este sentido los constructores exageraban bastante y hacían las zanjas excesivamente profundas y los cimientos excesivamente gruesos por temor a los derrumbes.

 

Bóvedas, cúpulas y techumbres.

 

En el primer románico muchas de las iglesias rurales se cubrieron todavía con techumbre de madera, sobre todo en Cataluña y muy especialmente en el Valle de Boí cuya renovación al románico de antiguas iglesias la hicieron unos constructores lombardos que cubrieron las naves a dos aguas con estructura de madera, respetando absolutamente las viejas tradiciones de esta región. Sin embargo, el ábside se remató siempre en estas iglesias con bóveda de horno. (Esta bóveda esta formada por un cuarto de esfera, o sea, media cúpula. Sus proyecciones horizontal y vertical son semicirculares, por lo que es apropiada para cubrir ábsides o espacios similares).

A lo largo del siglo XI se fueron cubriendo las naves con la bóveda de cañón, de medio cañón o de cuarto de cañón, recurso empleado en el románico de toda Europa, y más tarde se empleó la bóveda de arista. En Cataluña estas bóvedas de cañón se emplearon sin refuerzos, mientras que en Castilla y León se utilizaron los arcos fajones como apoyo. El empleo de la bóveda de arista (originada por el corte perpendicular de dos bóvedas de cañón) había sido olvidado y fue retomado por los grandes maestros constructores. La bóveda de arista a su vez dio paso a la bóveda de crucería, recurso muy frecuente en la arquitectura gótica.

Se dio también el tipo de bóveda llamado helicoidal usado exclusivamente en las escaleras de las torres. Se dan ejemplos en San Martín de Frómista, San Pedro de Galligans y San Salvador de Leyre entre otras.

En los claustros de los monasterios y de las catedrales se edificaron las bóvedas en rincón, que son aquellas que resultaban del encuentro de dos pandas (las pandas son cada uno de los lados o galerías de un claustro de un monasterio). Las soluciones para este tipo de bóvedas no eran muy fáciles, por lo que los constructores echaban mano a trucos y disimulos que les proporcionaban un buen resultado y muy aparente a simple vista.

En el encuentro de la nave mayor con el crucero se elevaron las cúpulas con cimborrio cuyo centro estaba perforado con linterna para dar paso a la luz exterior. Las cúpulas de la arquitectura románica española alcanzaron una gran importancia. Se introdujo la construcción de cúpulas cuyo tambor apoyaba sobre un cuadrado con la ayuda de las trompas. La introducción de este sistema se debió a tres influencias:

  • El camino desde Oriente, por las comunicaciones con Bizancio y otros lugares, de tipo religioso, político o comercial.

  • La influencia de las cuadrillas de constructores lombardos, maestros en desarrollar la cúpula sobre trompas. Se extendió un gran número de estas cúpulas por los condados de Cataluña, sobre todo en el siglo XII.

  • La influencia aquitana, donde la cúpula es un elemento representativo.

​La variedad de construcción de estas cúpulas es notable; se pueden ver:

  • Cúpula octogonal apoyada en trompas (sobre todo en Cataluña).

  • Cúpula esférica sobre trompas, con o sin nervios (en Aragón).

  • Cúpula esférica sobre trompas, sin nervios (en las zonas de Palencia, Cantabria y Soria).

  • Cúpula esférica sobre trompas, con nervios (en las tierras de Segovia).

  • Cúpula esférica sobre pechinas, sin nervios o con nervios y con altura de linterna (tierras de Salamanca).

​En la época tardorrománica se apreció una influencia bizantina aportada por los peregrinos, especialmente en las catedrales de Zamora, Salamanca y Colegiata de Toro donde se construyeron las conocidas como cúpulas del Duero; son cúpulas gallonadas, con un tambor cilíndrico con ventanales sobre pechinas (sustituyendo a las tradicionales trompas), del cual arrancan ocho arcos que se cruzan en la clave con un despiece de 16 cascos llamados gallones.

 

 

Arcos.

 

En España el arco más usado y característico fue el de medio punto aunque se usó también el arco de herradura y el arco apuntado. El arco de medio punto fue empleado exclusivamente a lo largo del siglo XI y primera mitad del XII. Si se quería alcanzar determinadas alturas se hacían muy peraltados, como en San Juan de las Abadesas. Muchos arcos se construyeron doblados con la intención de que adquirieran mayor resistencia. Más tarde, en las portadas, los arcos de medio punto se fueron formando con arquivoltas, es decir, sucesión de arcos concéntricos decorados con simples molduras o con ornamentación vegetal o geométrica.

Los arcos apuntados son originarios de Oriente; se desconoce la fecha exacta de su empleo en el románico de España, aunque los historiadores barajan algunas fechas basándose en edificios que contienen en alguna de sus zonas uno o varios arcos apuntados que a veces engendran toda una bóveda. Son edificios que corresponden al primer cuarto del siglo XII, como la catedral de Lugo y Santa María de Tarrasa. El empleo primitivo de estos arcos se hizo como elemento de construcción que aportaba muchas ventajas. Fue un gran avance arquitectónico que los monjes cistercienses supieron ver desde el principio.

 

Moasterio de Santa María de Moreruela . Zamora.
Vallespinoso_de_Aguilar_

Iglesia de Santa Cecilia. Vallespinoso de Aguilar (Palencia). Ejemplo de románico rural.

Los sillares son cada uno de los bloques de piedra tallados en cinco de sus seis caras y que era el material mas uasado para la construcción en el románico. En la imagen vemos los bellísimos sillares en la Sala de Monjes del Monasterio de Santa María de Moreruela (Zamora).

Prádena_del_Rincón

Aqui tenemos el ejemplo de la mezcla de tipos de piedra empleada en un solo edificio. Silares en esquinas y ventanas, sillarejo (piedra poco trabajada e irregular) en la mayor parte de la fábrica y manpostería (piedra no trabajada en absoluto) entrelazada con el sillarejo. Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Silos (Pradena del Rincón - Madrid)

San Salvador _ Sepúlveda

Ejemplo de Bóveda de Cañón con Arcos Fajones. Iglesia de San Salvador (Sepúlveda - Segovia)

Catedral_Zamora.JPG

Ejemplo de Cúpula Gallonada  ò Cúpula de Gajos, así como Cúpula Lobulada de la Catedral de Zamora, compuesta por nervaduras de medio punto (semicircunferencias) y superfices cóncavas (plementería) que asemejan los gajos o «gallones» de una naranja. 

catedral_vieja_Salamanca

Imagen del exterior del Cimborrio de la Catedral Vieja de Salamanca.

Castañeda (Cantabria).

Imagen de la Portada de la Colegiata de Santa Cruz (Castañeda - Cantabria) con arco de medio punto y arquivoltas abocinadas con un guardapolvos.

PÁGINAS
ARTE ROMANICO ESTUDIOS MEDIEVALES

EL ROMÁNICO ESTUDIOS MEDIEVALES

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