BESTIARIO ROMÁNICO
GUÍA ELEMENTAL
Anfisbena (aunque podría ser un Basilisco) en la portada de la Iglesia de San Andrés. Soto de Bureba (Burgos).
Anfisbena en la portada de la Iglesia de San Miguel Arcangel. Bercedo (Burgos).
Anfisbenas enfrentadas. Portada de la Iglesia de Santa María Magdalena. Zamora.
ANFISBENA (del latín:amphisbaena "que va en dos direcciones", de amfis, ‘ambos lados’ y bainein, ‘ir’).
Serpiente con cabeza en ambos extremos; a veces con alas; algunas otras veces con dos patas con garras. Por su capacidad para ir en una dirección y en la contraria representaba el bien y el mal simultáneamente.
Habilidades:
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Regenerativas — si la anfisbena era cortada en dos pedazos, ambas partes podían volver a juntarse.
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Colmillos venenosos — la anfisbena es venenosa, como indica Plinio el Viejo: «La anfisbena tiene cabezas gemelas, es decir una también al final de la cola, como si no le bastanse con verter veneno por una boca.»
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Duplicidad eficaz — sus cabezas pueden realizar más de una tarea a la vez, como explica Sir Thomas Browne: «... mientras una lloraba la otra reía, mientras una callaba la otra hablaba, mientras una estaba despierta la otra dormía; así se afirma en tres ejemplos notables de Petrarca, Vicencio y la Historia de Escocia de Buchanan.»
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Velocidad — según algunas fuentes, la anfisbena puede moverse muy rápidamente y, en el caso de las que no tenían patas, podía deslizarse en ambas direcciones, como indica Isidoro de Sevilla: «Puede moverse en la dirección de cada cabeza con un movimiento circular.» El poeta Nicandro, sin embargo, la describe como «lenta de movimiento».
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Rodar — sujetando las mandíbulas de sus dos cabezas o agarrando el cuello de una en la boca de la otra, la anfisbena podía rodar como un aro de manera semejante al Uróboros, y así era representada por artistas medievales.
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Sangre caliente — a diferencia de la mayoría de las serpientes, la anfisbena aparentemente no se veía afectada por el frío, como indica Isidoro de Sevilla:«Única entre las serpientes, la anfisbena aparece en el frío.»
Arpías. Ventana en el ábside de la Iglesia de Santa Eulalia. Barrio de Santa María. Palencia.
Arpía con rostro de hombre y barba.
Canecillo de la Iglesia de San Julián y Santa Basilisa.
Rebolledo de la Torre. Burgos
En el capitel derecho, bellísimas arpías con rostro de mujer y gorro frigio.
Iglesia de los Santos Cornelio y Cipriano. Revilla de Santullán. Palencia.
Arpía con rostro masculino y barba. Miniatura.
ARPÍA. En la mitología griega, las Harpías o Arpías (en griego antiguo Άρπυια Harpyia, ‘que vuela y saquea’) eran inicialmente seres con apariencia de hermosas mujeres aladas, cuyo cometido principal era hacer cumplir el castigo impuesto por Zeus aFineo.
En tradiciones posteriores fueron transformadas en genios maléficos con cuerpo de ave de rapiña, horrendo rostro de mujer, orejas de oso y afiladas garras, que llevaban consigo tempestades, pestes e infortunio. Esta es la forma que acabó por imponerse y que ha pervivido hasta la actualidad.
En general aparecen con rostro femenino, cabello a la vista o con capucha o gorro frigio, cuerpo de ave, alas cerradas o desplegadas, y cola de serpiente. A veces con garras de ave de rapiña, en otras ocasiones con pezuñas de cabra, cara monstruosa y grandes orejas; menos habituales de rostro masculino con barba. En general con gesto hosco, beligerante o amenazante. Fáciles de confundir con las sirenas-ave. Simbolizan las bajas pasiones y los remordimientos.
Eran tres:
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Aelo (la borrasca),
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Ocípite (la que vuela raudo) y
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Celeno (la oscura).
Aves híbridas (tal vez grifos persas pero con la cabeza levantada)
. Claustro del Mas del Vent de Palamós.
Ave con cabeza de león (tal vez grifo persa). Capitel de la Abadía de Santo Domingo de Silos. Burgos.
AVES HÍBRIDAS.
Aves “leontocéfalas” (con cabeza de león).
Esta imagen es una alegoría moralizante del pecado de la avaricia: avaro con su bolsa al cuello amenazado por un diablo. Este diablo es un basilisco con cuerpo humanoide. Iglesia de los Santos Julián y Basilisa, Rebolledo de la Torre (Burgos).
Basilisco a la derecha de la imagen.
Capitel en la Iglesia de San Martín. Segovia.
BASILISCO, (del latín basiliscus, y éste del griego βασιλίσκος basilískos: pequeño rey).
Esta formado por una cabeza monstruosa con cresta de gallo unida al cuerpo con dos patas y cola de serpiente. Matan con la mirada y el aliento. Los basiliscos son los encargados de transportar las almas de los condenados al infierno. A menudo aparecen en las escenas del "pesaje de las almas" frente a San Miguel, que sujeta la balanza. Simbolizan la muerte y al propio diablo. En ocasiones aparecen con un cuerpo con rasgos más o menos humanoides.
Basiliscos.
Iglesia de San Román Abad. Segovia.
Basiliscos picoteando serpientes..
Iglesia de San Miguel Arcangel.
Sotosalbos. Segovia.
Basilisco.
Iglesia de San Cipriano.
Oquillas. Burgos.