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BESTIARIO ROMÁNICO

GUÍA ELEMENTAL

Centauro sagitario.

Iglesia de Nuestra Señora de las Vegas. Requijada. Segovia.

Una centáuride amamantando a un niño.

Iglesia de San Miguel.

Fuentidueña. Segovia.

Otro ejemplo de centáuride amamantando a un niño.

Capitel en un ventanal del Castillo de Frias.

Burgos.

Centauros.

 Iglesia de San Claudio de Olivares. Zamora.

CENTAURO (en griego Κένταυρος Kentauros, ‘matador de toros’, ‘cien fuertes’, plural Κένταυρι Kentauri; en latín Centaurus/Centauri).

 

Cabeza, torso y brazos humanos, generalmente de hombre, cuerpo y patas de caballo, aunque también hay centáurides con rostro y torso femeninos. El centauro Sagitario empuña un arco, con el que generalmente ataca a arpías, sirenas ave u otros seres. También hay onocentauros, con cuerpo y extremidades de asno.

Representa la fuerza bruta e indiscriminada. A veces aparece representado el “hombre caballo”, con cabeza humana y cuerpo de caballo, pero sin brazos.

Centauro sagitario. Iglesia de Nuestra Señora de las Vegas. Requijada. Segovia.
Una centáuride amamantando a un niño. Iglesia de San Miguel. Fuentidueña. Segovia.
Una centáuride amamantando a un niño. Capitel en un ventanal del Castillo de Frias. Burgos.
Centauros.  Iglesia de San Claudio de Olivares. Zamora

 Capitel de monstruo devorando un cuadrúpedo.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Duratón. Segovia.

 Canecillo de monstruo andrófago (devorando a una persona de la que solo quedan las piernas).

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Duratón. Segovia.

 Canecillo de monstruo andrófago (devorando a una persona de la que solo a engullido la cabeza).

Iglesia de San Miguel.

Fuentidueña. Segovia.

DEVORADORES. 

Seres de aspecto monstruoso y agresivo, generalmente representados devorando hombres (andrófagos) o animales.

 

Cinco ejemplos de caras demoniacas y monstruosas.

 Cara monstruosa en un canecillo de la

 Iglesia de San Andrés.

Pecharromán. Segovia.

Otro canecillo que muestra cara monstruosa.

Iglesia de  San Martín de Tours.

Vizcainos. Burgos.

Dos canecillos monstruosos.

Iglesia de San Miguel Arcángel. 

Biota. Zaragoza.

Canecillo monstruo con tres caras.

Iglesia de San Pedro Apostol.

Caracena. Soria.

DEMONIOS, CARAS MONSTRUOSAS. 

Caras deformes, monstruosas, con grandes dientes, gestos más o menos retorcidos y amenazantes.

 

Canecillo de monstruo andrófago. Iglesia de San Miguel. Fuentidueña. Segovia.
Canecillo de monstruo andrófago. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Duratón. Segovia.
 Capitel de monstruo devorando un animal. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Duratón. Segovia.
 Cara monstruosa en un canecillo de la  Iglesia de San Andrés. Pecharromán. Segovia.
 Canecillo monstruoso. Iglesia de San Miguel Arcángel.  Biota. Zaragoza.
Canecillo monstruo con tres caras. Iglesia de San Pedro Apostol. Caracena. Soria.
 Canecillo monstruoso. Iglesia de San Miguel Arcángel.  Biota. Zaragoza.
Otro canecillo que muestra cara monstruosa. Iglesia de  San Martín de Tours. Vizcainos. Burgos.

Dos furias luchando.

Iglesia de Santa María.

Bareyo. Cantabria.

Dos furias luchando.

Iglesia de Santa María de Piasca.

Liébana. Cantabria.

Caballero clavando su espada en la boca de una furia.

Iglesia de Santa María la Mayor.

Abajas. Burgos.

 

ERINIAS o FURIAS. 

En la mitología griega, las Erinias (en griego antiguo Έρινύες Erinúes, de ἐρίνειν erínein, ‘perseguir’) eran personificaciones femeninas de la venganza que perseguían a los culpables de ciertos crímenes.

Suelen aparecer con cabeza y patas delanteras de perro, cuerpo y cola de dragón o de serpiente, con alas. Hay que tener cuidado de no confundirlas con los dragones.

Vengadoras, guardianas del orden y de las leyes naturales. Eran tres:

Alecto  (La que nunca desiste. Tambien castiga los delitos morales.),

Tisífona (La voz de la venganza. Tambien la que castiga los delitos de infidelidad.)

Megaira (La cólera terrible. Tambien la que castiga los delitos de sangre.).

Caballero con cota de malla luchando con un dragón de siete cabezas (Hidra).

Iglesia del Monasterio de San Juan de Duero. Soria.

 

Dragón alado.

Capitel del Claustro de la Iglesia Monasterio de Nuestra Señora de la Soterraña.

Santa María la Real de Nieva. Segovia.

Otra imagen de San Jorge luchando con un dragón alado. 

 Iglesia de Santa Cecilia.

Vallespinoso de Aguilar. Palencia

San Jorge luchando con un dragón alado. 

Tímpano de la Iglesia de Santa María de Yermo.

Yermo. Cantabria.

 Canecillo de un dragón del que sale una rana de su boca. Como se dice en el Libro del Apocalipsis 16. 13 : "Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas."

Iglesia de San Juán Bautista.

Cerezo de Arriba. Segovia.

DRAGONES. 

El dragón del latín draco, y este del griego δρακων, drakon, ‘víbora’ o ‘serpiente’, "serpiente de gran tamaño, o serpiente de agua", que probablemente viene del verbo δρακεῖν "ver claramente". SE suelen representar sin alas o con alas (dragón-pájaro); con una o varias cabezas (hidras). A veces se representan como una gran serpiente alada con la cola rematada por un dardo.

Representan la fuerza, vigilancia, vista aguda, custodios de lugares sagrados y tesoros.

Se pueden confundir con las Erinias  tambien llamadas Furias.

Es una entidad maligna.

Dos furias luchando. Iglesia de Santa María. Bareyo. Cantabria
Dos furias luchando. Iglesia de Santa María de Piasca. Liébana. Cantabria.
Caballero luchando con una furia. Iglesia de Santa María la Mayor. Abajas. Burgos.
Dragón-Hidra. Iglesia del Monasterio de San Juan de Duero. Soria.
Dragón alado. Santa María la Real de Nieva. Segovia.
San Jorge luchando contra un dragón. Iglesia de Santa Cecilia. Vallespinoso de Aguilar. Palencia.
San Jorge luchando con un dragón alado.  Tímpano de la Iglesia de Santa María de Yermo. Cantabria.
Canecillo de un dragón. Iglesia de San Juán Bautista. Cerezo de Arriba. Segovia.

Dos furias luchando.

Iglesia de Santa María de Piasca.

Liébana. Cantabria.

 

Dos furias luchando.

Iglesia de Santa María.

Bareyo. Cantabria.

 

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